jueves, 29 de enero de 2015

"Si yo fuera rica..." 

Maldita frase. A veces toda una vida completamente distinta a la que vivimos nos cruza la mente. En un instante, con mucha facilidad. Qué rápido resulta hacerse a la idea de algo que deseas. Es un pensamiento que le hace sombra a cualquier otro tipo de ejercicio de imaginación.

Pero, ¿qué es eso que soy capaz de imaginar de una forma tan sencilla?

A decir verdad, no soy de las que piensan en cambiar la forma de vida en la que ya está sumergida. Si yo fuera rica lo que me gustaría cambiar es el mundo. "Pobre ingenua, qué sabrá lo complicado que es eso.." y millones de objeciones y risas. Pero es cierto, no pienso que exista el racismo o el sexismo si se habla de dinero. Es el propio dinero el único idioma universal. Tanto si provienes de una familia rica como si te ha tocado la lotería de repente, tanto si tu piel es más oscura que la de aquél otro como si tienes quince años, o hasta ochenta. No tiene importancia. No la tendría que fuera una chica adolescente de un pueblecito de Granada: con dinero podría llegar a donde deseara.

¿Sería pues, tan difícil acabar con las injusticias y las desigualdades? ¿Introducirse de incógnito en los altos cargos que tan ahogados en dinero se ven? ¿Fingir que soy como ellos aunque sea por un tiempo? Ahí lanzo esas cuestiones.

Por otro lado, a pequeña escala, siendo egoísta y sin mirar la posibilidad de ser rica para "reciclar" un poco el mundo... la verdad es que no querría serlo. Para poder seguir adelante un poco más desahogada y sin tener ese miedo al "no saber muy bien qué va a pasar" continuo, no necesitaría cantidades de dinero industriales. Sólo algo seguro: un oficio del que sepa que no peligro y que además me guste, conseguido con mi esfuerzo durante años de estudio. Es eso lo que necesito, y firmaría si me garantizaran un puesto ahora mismo para dentro de diez años. Es lo único que me sale cuando pienso en "si yo fuera rica.." a nivel personal. Me imagino una vida sencilla, en familia, humilde pero con unos cuantos viajes de vez en cuando, sin pausa pero sin prisa. Un final de mes bien desahogado. Seguir aprendiendo. Una discusión con la persona a la que más quieres pero que a veces tanto te saca de quicio. Seguir aprendiendo. Una cena de invierno con tus padres, y quizás con algún que otro abuelo, fuerte como un roble y resistente al paso del tiempo. 






"Si yo fuera feliz... sería rica". 

¿No es esa la mejor manera de plantearse la frase?









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