lunes, 12 de enero de 2015

"Lo contrario de vivir es no arriesgarse"

Siempre he cometido el fallo de menospreciar la música de mi país. Quizás por el "boom" que recorre nuestro cuerpo cuando a cierta edad descubrimos que existe un lugar llamado Estados Unidos en el cual todo es "guay" e incita a imitación (incluyendo la música), o quizás porque simplemente no le prestaba mucha atención.

Supongo que con el paso del tiempo una se detiene más en su alrededor, y aprende a apreciar las pequeñas cosas de cada lugar, esas que le hacen ser único. Y posiblemente esto sería lo que me pasó con la música española.

Y con esta introducción quería aclarar mi elección de la semana, la frase: "lo contrario de vivir es no arriesgarse" de una canción de "Fito y Fitipaldis". Creo que se trata de una expresión bastante acertada y que incita a reflexionar. A veces nuestros miedos nos impiden hacer algo, ser como sentimos que realmente somos, simplemente porque nos horroriza la idea del fracaso. Creemos que necesitamos la aprobación de un número determinado de personas porque eso significaría clasificar nuestra acción como "normal". Creemos que somos los únicos que a veces pensamos diferente y sentimos la necesidad de hacer algo distinto. Pues, ¿sabéis qué? que es totalmente falso. Todos tienen sus inquietudes y sus sueños, sus manías y sus rituales diarios. Pero muchos nunca los sacarían a la luz, y el motivo es sencillamente ese: el miedo a no ser aceptados, la posibilidad de que no salga bien.

No concibo una vida sin el riesgo. Independientemente de esto, supongo que también habrá personas que no le teman al fracaso, pero yo no entro en ese estrecho grupo. Me da miedo que salga mal. Una especie de "chute de inseguridad" se introduce por mis venas cada vez que quiero probar algo nuevo. Me he equivocado en numerosas ocasiones, todas las que le ha dado tiempo a brindarme la vida hasta mis dieciocho años. Pero, oh sí, he acertado en otras, quizá no tantas, pero que compensan todas las erróneas. Puedo permitirme decir que ha valido la pena fracasar, porque todos esos errores de alguna manera forman parte de mí. Y, sea como sea, estaban en mi interior cuando he ganado.

Y que me maten si no he ganado.





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