viernes, 30 de enero de 2015

Se está consumiendo. Después de seis duros años empiezo a vislumbrar el final. Casi que no me termino de creer que a partir del verano que viene no me esté lamentando por la vuelta al instituto. Ya no será "la vuelta", si no un inicio. El inicio de algo totalmente nuevo, a otro nivel, mucho más diferente de lo conocido hasta ahora.

Hablo de la entrada a la universidad. Se suele ver tan lejano, tan inalcanzable... ¿Dónde han quedado estos años? No me puedo creer que les esté dando la razón a todos aquellos que decían lo rápido que pasaban, pero me alegro de que la tengan. Quizás no hace tres años, pero ahora todo va relacionado con la vida que me espera a partir del mes de septiembre. Uso el pensamiento de esa vida como motivación día a día, como ese "un poquito más" que hago que resuene en mi cabeza después de un ataque de estrés y nerviosismo.

Creo que el esfuerzo merece la pena. Merece la pena para empezar a ser un poquito más independiente, ir por tu cuenta, sin nadie que deba ir marcándome sus pasos porque simplemente no sabe bien salir de sus esquemas y abrir la mente a otros. Quiero encontrar mi forma de trabajar totalmente por libre, y fracasar si sale mal. Rectificar y volverá a empezar. Quiero cambiar de aires y, ¿por qué no? conocer a gente nueva.

Pero sobre todo quiero enfocar mis estudios a algo que realmente me guste, porque sí, ya lo sé, voy a tener que pasar mucho tiempo frente a ese montón de papeles.

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